Gente maja

31 de mayo de 2011

Si tu caes, yo caigo.

Cuando no sabes si reir o llorar, sientes que no te queda nada a lo que agarrarte, nada que te haga salir a flote y te ayude a recuperar esa felicidad que, poco a poco, se han puesto de acuerdo a hacerla desaparecer.
Es como eso que dijiste una vez ¿si tú caes yo caigo?... Pero te veo muy lejos, demasiado lejos. Estoy cayendo, me has dejado caer y no encuentro mi felicidad.
Intento sonreír, por ellos, por tí, pero no estás para verlo. Te llevas mi felicidad. ¿Qué es lo que me queda ahora?.
Si tu caes yo caigo.
Sigue sufriendo en silencio, mantén las apariencias, sonríe por ellos... Me preguntas si soy feliz, pero tú eres mi felicidad.
Me has dejado caer y no veo la salida, está demasiado oscuro. No te veo. Si tu caes yo caigo. Intento sonreir, sonrio, pero no estás aquí para verlo y yo sigo sin poder verte. ¿A dónde has ido?
Pero entonces llegan los recuerdos. Recuerdos que te compimen el pecho, que te encogen el corazón y te hacen sentir pequeña, muy pequeña. ¿Duele recordar? ya ni me acuerdo que significa el dolor.

-¿Por qué sonríes?... + No lo sé, ¿no es eso lo que tengo que hacer?, ¿mantener las apariencias?.

Sigo sin encontrar mi felicidad. ¿Es posible perder la felicidad?.... he caído pero no te veo, sigo sin verte, ya no te oigo.
¿Aún sigues sin encontrar tu felicidad?
No pienses, sonríe. No dejes que te la roben, enfrentate al mundo.

Simplemente sonríe... sonríe.

No hay comentarios: